¿Tiene solución morderse las uñas?
Frente al problema de ver en los hijos como se muerden las uñas, muchos padres se preguntan si es un problema que tiene solución, sobre todo cuando despues de haber probado distintas técnicas cómo afearle la conducta, utilizar líquidos como el acibar,... no han conseguido resultados.
Para empezar diremos que la manía de morderse las uñas es un hábito muy difícil de erradicar. Se trata de una conducta repetitiva, que raya lo obsesivo, y que esta enfocada en el propio cuerpo.
Morderse las uñas es una costumbre que desarrollan algunos niños y que en muchos casos se mantiene de adultos.
Desde la psicología llamamos al morderse las uñas onicofagia y tenemos que decir que se trata de una manía muy común.
Aunque a muchos niños dejan de hacerlo con la simple evolución del crecimiento, un 25% de los adolescentessigue manteniendo esta costumbre y el porcentaje en los adultos llega al 10% de los casos.
Se suele asociar esta conducta al aburrimiento o el nerviosismo con lo cual durante los periodos de estrés es un hábito que se agrava.
Algunos de los tratamientos utilizados para erradicar esta costumbre se enfocan en aportar a la persona herramientas necesarias para resistir el impulso de morderse las uñas. Con estas técnicas, muchos de los pacientes consiguen solucionar el problema de forma permanente.
Sin embargo existen enfoques mucho más profundos que van a la verdadera raíz del problema. No es tan importante si el niño o el adulto se muerde las uñas como poder ver en qué ocasiones esto sucede para poder afrontarlas desde otro punto mucho más sano para el individuo.
Así en el caso de los niños sería conveniente analizar qué factores de su entorno contribuyen a su angustia. Una excesiva exigencia por parte de padres y profesores, demasiadas expectativas en cuanto a su rendimiento o actuación, excesiva recriminaciones sobre la misma, competencia con los hermanos o con otros miembros de la unidad familiar respecto a la atención de los progenitores, dificultad para tener interacciones satisfactorias que refuercen su autoestima y el vínculo con los que le rodean, límites adecuados y no arbitrarios, no desvalorización de sus emociones,...
En el caso de los adultos la situación no deja de ser similar. Morderse las uñas puede servir tanto para relajarse cuando uno esta tenso como para salirse de situaciones de aburrimiento. Por otro lado la onicofagia se considera una retroflexión. Consiste en hacernos a nosotros algo que querríamos hacer al otro. Escuchar este mensaje nos puede dar una pauta de qué es lo que necesitamos. Nos puede ayudar ver qué asuntos nos estresan, aburren, enfadan en la vida.
Contribuiría en este sentido a nuestro proceso de autoconocimiento, ayudandonos a reconocer nuestras emociones lo que nos sitúa en el camino de encontrar maneras validas de expresarlas. Con ello estamos más cerca de ver que necesitamos y darle una solución satisfactoria más allá de la mera solución estética relacionada con unas uñas cuidadas y bonitas, o con la el mero juicio y la norma de que uno no debe de mordérselas.
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